Para
Teresa yo no soy el hijo de su hija del medio, sino el suyo. Ser el primer varón en
una familia de mujeres me concedió su amor y quizás el privilegio de contar esta
historia.
Sinopsis
Después de muchos años, una noche lluviosa de otoño, Teresa reune en un
comedor chino a toda su familia o a lo que queda de ella para festejar
su cumpleaños 75. Luego de sacarse fotos con todos sus invitados la
invade la nostalgia, extraña la presencia de su esposo Manzana,
fallecido cuatro años atrás.
El realizador del documental,
nieto mayor de Teresa, a través de su mirada y de su voz, intenta explorar el
pasado inmediato y el universo cotidiano de esta mujer que para superar la
perdida de su compañero de toda la vida, tiene que afrontar un doloroso e
inquietante duelo.
Un lugar
Pasillos, pasadizos, intrincadas escaleras, diversas y multiformes construcciones agregadas a la estructura original del complejo habitacional, que ocupa una manzana, lo asemejan a un derruido castillo de los Cárpatos o a una gran nave averiada.
Su intimidad
Teresa se despierta antes del amanecer.
Frigoríficos, fábricas y hospitales fueron durante años sus cárceles
cotidianas, pero hace ya 30 años que no trabaja y el día se le hace largo,
incluso su llegada parece interminable.
Hoy su prisión es un cuerpo enfermo que ha ido cercando la soledad.
Una ironía ejemplar: El sentimentalismo de los creyentes.
Para los creyentes los hechos no penetran en el mundo
de sus creencias; los hechos desmienten lo que creen, pero ellos siguen
creyendo. Padecimientos y desgracias destrozan sus vidas, sus familias, sus
ilusiones, pero ellos creen cada vez más en la bondad de Dios.
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